jueves, 23 de septiembre de 2010

El Pegaso no ha Emprendido el Vuelo Hoy

El Pegaso no ha emprendido el vuelo hoy.
¿Qué será que lo demora?
¿A caso algo le molesta?
Yo no soy quién para decirte y mucho menos tú para escucharlo
Pero suspira el viento que se lo esta comiendo el más maldito pensamiento.

Que se ha tomado un veneno tan amargo y tan intenso
Tan fuerte que lo ha dejado débil
Y tan friolento que le ha dejado ardiente el sentimiento.
Una idea que fugaz se presenta y representa una eterna presencia.

Sufre, cae al suelo, agoniza, y se retuerce.
¿Cómo es posible que se horripilice la belleza?
El pobre ya no piensa y si lo hace, ¡mejor ni pensarlo!
Está bajo el efecto del más anciano de los embrujos.

Fúnebre es no el día de su muerte sino aquel de su derrota.
¿En quién creer y de quién esperar
cuando el más grande entre los grandes ha decidido renunciar?

El Pegaso no ha emprendido el vuelo hoy.
Algunos concluyen que está cansado
Otros que alguien a la Tierra lo ha dejado atado
Los sabios intuyen y lo atribuyen a una incertidumbre provocada.
Ningún mortal lo sabrá ¡y mucho menos el Pegaso!
Y no lo soy yo para contarte y jamás tú para escucharlo
Pero me ha murmurado el viento que el Pegaso;
¡Que el Pegaso está enamorado!

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